El Mundial del riesgo
- Jorge decidió ir a Laguna Seca pese a que el sábado dijo que reposaría
- Dani retrasó su vuelo para fortalecer su hombro
Lorenzo y Pedrosa, con Márquez por detrás, en el GP de Italia
"¿Y si no lo hubiera intentado?" reza el subtítulo de la autobiografía de Valentino Rossi. Esa misma frase se puede aplicar a todos los pilotos de motos, siempre ávidos por subirse a sus motos. Da igual que estén algo tocados en sus lesiones, su cabeza y su resistencia echan el resto.
Así, Jorge Lorenzo volvió a embarcarse en otra aventura singular: la de disputar un gran premio seis días después de ser operado de su clavícula izquierda. En Holanda fue capaz de hacerlo tan sólo 35 horas después de pasar por quirófano.
Ahora, sin embargo, afronta el reto de rodar después de que en 15 días le hayan abierto el hombro dos veces, colocado primero una placa de titanio y ocho tornillos y luego, otra placa nueva con 10 tornillos más. Además, ahora realizará un agotador viaje transoceánico en lugar de uno de dos horas en un jet privado.
El balear había anunciado a los cuatro vientos, vía Twitter, que no iría a California. "Para todos aquellos que me preguntáis si estaré en Laguna Seca, deciros que prefiero no tomar más riesgos, recuperarme bien y volver en Indianápolis", sentenció el sábado por la noche.
Variaciones
En el circuito de Sachsenring, donde se había doblado la primera placa, pocos creían en tal afirmación. Los propios Valentino Rossi y Marc Márquez fueron contundentes a la conclusión de la carrera. "Es sólo mi idea, pero creo que estará en Laguna Seca. No es porque sepa algo, es sólo mi feeling. La operación ha ido bien, la recuperación también y pensará: '¿por qué no?'. Aunque igual me equivoco", dijo El Doctor, más atinado en su diagnóstico que nunca. "Yo casi opinaría igual que Vale", ratificaba el ilerdense.
Su propio equipo, Yamaha, en previsión de un posible cambio de opinión, hizo que todos sus mecánicos partieran el lunes con rumbo a EEUU. Su moto, también, aunque eso ya estaba previsto pues el material de MotoGP debía viajar para luego, tras la cita californiana, tomar destino a Indy.
El domingo, el mallorquín vio ya desde su casa cómo Márquez ganaba en Alemania y se ponía líder. Igualmente como su gran rival, Pedrosa, no corría, lo que supuso un alivio para él.
El martes por la tarde pasó la última revisión médica que acabó de convencerle de que podía iniciar la nueva odisea. Eso a pesar de que los médicos, una vez más, le pidieron que no fuera. "Jorge está en condiciones físicas de subirse a una moto de la misma manera que lo hizo después de la primera intervención. Físicamente está preparado, pero nosotros le volvemos a aconsejar lo mismo: que sea prudente y nos gustaría que evitara el riesgo de una nueva caída", advertía el doctor Cots.
Ayer ya voló. "Finalmente hemos decidido ir a Laguna Seca. Tras el examen médico final, y después de hablar con el doctor Rodríguez vamos a intentarlo. Al principio pensaba seriamente que sería conveniente tomarme el tiempo necesario para recuperarme y volver en Indy, pero en los últimos dos días me he sentido mucho mejor y quiero estar allí, aunque voy a tratar de no tomar demasiados riesgos. Quiero estar allí también por los fans, por el campeonato, pero, sobre todo, por mi equipo, que está esperándome", manifestó.
Apurando
Pedrosa, por su parte, optó por retrasar un día su partida para intensificar su preparación física. Su cabeza está bien, pero está potenciando la musculatura del hombro izquierdo para proteger la fisura de la clavícula. No en vano, Laguna Seca tiene más curvas a ese lado (7), que al derecho (4). Ello provocará más dolor para Dani y Jorge. "Una nueva caída que afecte esa zona podría provocar una fractura peor", avisaba el Dr. Macchiagodena. Toca correr riesgos.
